Cómo viajar y no dejar trabajar a nadie

Hoy quería hablar de la fortaleza de Luxemburgo pero, cuando estaba buscando fotografías para incluir en el artículo, he entrado en la carpeta de viajes y no he podido evitar soltar una carcajada al darme cuenta de que siento obsesión por los hombres con traje.

Estaréis pensando «¡bienvenida al club!», pero no es lo que parece. A mí ni me atraen, lo que ocurre es que me encanta no dejarles trabajar y ahora os lo voy a demostrar.

¡Dentro vídeo!

oprah gif

Es broma, que no tengo cámara.

#1 – Los comerciales de la ópera de Viena

Tengo cuatro fotografías como esta pero con otros trabajadores; no sabría deciros por qué, puede que me hicieran gracia los uniformes pero no recuerdo que ese fuera el motivo. Yo creo que ese día pedía fotografías por inercia.

En este caso quizá me asombró su altura, porque mido 1,73 cm pero aún así estoy de puntillas.

Ópera de Viena
Vendedor de entradas para la Ópera de Viena.

#2 – Los comerciales de un coro

Otra imagen sin sentido realizada por la inercia de pedir fotografías: estos chicos se dedicaban a vender entradas para un concierto que iba a haber en la catedral de Viena esa misma tarde/noche.

Al menos eso es lo que ellos decían porque ahora, mirando al de la derecha, tengo claro que se trataba de un fraude.

El hombre de la izquierda se presenta como un trabajador serio y apuesto que, con rostro similar al de John Smith y una preparada capucha repleta de pelaje, es capaz de aguantar el frío de Viena y vender entradas a todo aquel que pase por delante. Además, va equipado con unas botas negras que parecen ser bastante buenas y lleva una impecable identificación colgando del cuello.

El de la derecha, sin embargo, lleva un gorro digno de Callejeros. Yo tengo gorros así, pero no de ese color porque si los juntas el resultado es asociable a la palabra ladrón. El pobrecillo está pasando frío porque sus hombros ligeramente elevados indican que está padeciendo el síndrome sincuello. Lleva unas zapatillas similares a las mías que me costaron 10€ en MARYPAZ y un perro ha mordido su indetificación dejándola rota por la mitad.

Comerciales de un coro en Viena
Comerciales de un coro en Viena

#3 – Un guardia de Budapest

En Bratislava conseguí hacer reír a uno de esos guardias que tienen prohibido mover un milímetro de su cuerpo. Es un recuerdo que me hace sonreír y lo que mejor me sienta es saber que sigue con su trabajo, porque la ciudad es tan pequeña que sólo estaban mis amigos como espectadores.

Este caso es diferente, se trata de un chico que trabajaba en Pest como guardia y no podía hablar ni sonreír, y no lo hizo. Para hacer la fotografía le pregunté si me daba permiso y movió la cabeza.

Guardia silencioso de Budapest
Salimos tan blancos que parece que nos vaya a atropellar un coche en cuestión de segundos

#4 – Un guardia de Barcelona

Esta fotografía es del año pasado. Salí de fiesta con mi grupo de amigos para celebrar el cumpleaños de Patricia.

Tras un precioso año descubriendo grandes autores y devorando literatura, decidí dar un giro a lo que había estado haciendo hasta entonces y empezar a consumir cómics y libros ilustrados.
Al pasar por delante de este portero de discoteca, algo contentilla, le dije a Patri que estaba segura de que él leía cómics como yo. Ella, como es una de mis mejores amigas, vio venir el desastre que estaba a punto de ocurrir y salió por patas.

Al día siguiente me envió esta fotografía mía gritándole desde lo lejos que sí que leía cómics. Me trae buenos recuerdos porque, si os fijáis un poco, veréis que el hombre se está riendo a carcajadas. No le dejé trabajar durante un rato, pero nos reímos y me llevé buenos títulos a casa.

Yo presumiendo de amistad

#5 – Un comercial de museos en Viena

En esta imagen salgo tan horrible que mi conclusión es que me uní al chico de la derecha del número 2 y me di a la mala vida.

Viento traicionero

Dejando a un lado mi acoso y derribo hacia cualquier persona con uniforme, me he dado cuenta de que cuando viajamos solemos hacer fotografías a todo lo que nos rodea, incluso si carece de interés y en nuestra ciudad pasaría completamente desapercibido, ¿tienes alguna así? Sería divertido compartirlas en este post.

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Judithtiral
Me llamo Judith, soy historiadora del arte, aunque trabajo como redactora y community manager. Me apasiona viajar, conocer y hacer sonreír a la gente, así que estos son los temas que vais a encontrar en mi blog. Iba a incluir que también disfruto corriendo, pero sonaba un poco a Forrest Gump. Puedes saber más sobre mí y mis viajes aquí.

16 comentarios

  1. Jajajajajajaja, yo tengo las típicas con los guardias de Londres y del Vaticano, los pobres tan serios y yo totalmente descojonada a su lado. Lo curioso es que nunca me atrevería a hacerlo en España, pero bueno, como estás fuera…(típica excusa de guiri, jajajajaja)

  2. A ver si al final si vas a tener algo de ascendencia oriental y de ahí tu irresistible tentación a hacer fotos a todo…
    En cuanto al tema de ver las cosas diferentes cuando viajas, sí, me he dado cuenta de algunas cosas raras que hacemos. Estuve trabajando en una ocasión como guía de Madrid y me fijé que los visitantes miraban todo el rato hacia arriba, mientras que los madrileños lo que miramos es el suelo para poder seguir caminando a toda velocidad con el clásico, pero quizá no conocido por todo el mundo, «andar madrileño».
    Desde entonces para relajarme por Madrid camino como un turista y voy mirando al cielo y sonriendo como si fuera la primera vez que lo viera todo, jajajajaja.
    Gran día risueña!! Feliz finde!! 🙂

  3. jajaja para tener una foto contigo me vestiré de… no sé bombero.

    Me he dado cuenta que te fijas mucho en el tamaño ¿no? halaaa ahora quiero ser más alto.

    Lo de conseguir mover a un guardia de eso…creo que eres única eh, pero con tu capacidad para sacar sonrisas…mucho le tuvo que costar aguantarla.

    Arriba el Marketing de la sonrisa.

    besos.

  4. Whhaaatttt???(aqui gift de un Minion) 1’73???Tallo niña!!!Y yo pensando que eras un osito loviable y achuchable!!!Cuando te de un abrazo te voy a comer las tetas¬.¬UU y yo pensando que era alta…cago…
    Yo también tengo alguna foto irreverente con los tipicos guardias que no se pueden reir…londres…y con la guardia suiza del vaticano…le enseñe una tetaa!!Y ni con esas!!(que mira que las mias son de risa!!)perdí una apuesta y tuve que llevar un flequillo ridiculo medio erasmus…XDDDD

    Yo prefiero que en vez de cajeras tus siguientes fotos sean con…policias locales, bomberos y strippers masculinos…pero sin purpurina por el cuerpo plis…jajajajaja

    1. Joder Caro, eres tan cachonda que ¡das miedo!

      A mí no va a hacer falta que me enseñes una teta para que me despelote contigo (puedes pensar mal jeje).

      Ya se sabe que…

      ¡Mujeres y uniformes follones enormes!

    2. jajajajajaja Mi madre esta todo el dia diciendome, niña esa boca!Que esas cosas no las dice una señorita!!¬.¬UU
      Me encanta escandalizar…sólo por ver las caras!XDD

  5. Bueno, bueno, no conocía esa afición tuya pero me ofrezco voluntario para tu colección. Si quieres te engrilleto primero y luego nos hacemos la foto mientras te practico un cacheo, sería un despelote ¿no te parece? jajaja

    Por cierto, voy a contar un secretillo que he observado en tus fotos:

    ¡¡Tu lado bueno es el izquierdo!!

    Cuando te tenga bien amarrada aprovecharé para obligarte a que des la cara ¡por la derecha!

    ¿Te atreves conmigo? 😉

  6. Fotos de rincones que pasarían desapercibidos? Esque esa es una de mis aficiones más exigentes…incluso en la ciudad en donde vivo https://www.facebook.com/saul.carrero/media_set?set=a.10150723303874311.428006.654234310&type=3

    o de mi edificio….sí, lo sé…no tengo medida, creo que me la dejé en Dubrovnik y no he vuelto a por ella https://www.facebook.com/saul.carrero/media_set?set=a.10151537405229311.1073741825.654234310&type=3

    Has visto como se están poniendo los comentarios del post? a lo mejor deberias crear una sección de contactos jajajaja 😀

    1. Jajajajajaja, exacto. Decidí no responder.

      Geniales fotografías, sobretodo las del edificio que no tiene nada y lo tiene todo. A veces cuando subo escaleras antiguas me pregunto cuántas personas habrán pasado por ahí y qué problemas tendrían. Frikadas que hace una.

      Un besibiris Saul 🙂

    2. Bueno, en el mío no creo que haya puesto tampoco nada del otro mundo, pero vaya que cada uno lo juzgue como le parezca.

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