Segundo artículo de Alba C. Coll como colaboradora. Espero que lo disfrutéis tanto como lo he disfrutado yo. ¡Gracias Alba!
Antes de venir a Japón me recomendaron visitar Okinawa, una serie de islas al sur del país de clima un tanto tropical. Había abandonado la idea hasta que, repentinamente, después de echar mucho de menos el mar –porque los japoneses, aunque vivan en una isla, no tienen muy buenas playas en general–, decidí que podría estar bien. Y ahora me atrevo a decir que fue una de las mejores experiencias que he tenido durante mi estancia. Las playas son increíbles y la cultura de la zona contrasta una barbaridad con todo lo que entendemos por Japón.
Por qué Okinawa no parece japonesa
Okinawa es un lugar muy diferente a Japón, lo notaréis nada más llegar: el mismo aeropuerto parece más el hall de un hotel de Marina D’Or que un aeropuerto. Por sus alfombras de flores, palmeras y cocoteros, ya intuyes que te encuentras en un lugar muy peculiar. Además, la gente que vive allí posee rasgos ligeramente distintos al resto de japoneses, así como una piel más oscura y, si hablas algo de japonés, notarás que su dialecto es bastante ininteligible –aunque también conocen el japonés estándar–.

La sensación general que me produjo la población de la isla fue la de no-japoneses viviendo bajo una organización japonesa. Intentaré explicarme. Sí, en esta serie de islas se pueden encontrar por todas partes máquinas expendedoras de bebidas, carteles en japonés, publicidad hasta en la sopa y también tienen la costumbre de sacarse los zapatos antes de entrar en algunos locales, al igual que en el resto del país. Pero hay algo que cuesta de explicar en el carácter de la gente, y que muestra que no tienen nada que ver con sus hermanos de las islas del norte.
Esto se explica probablemente porque pasó a ser parte de Japón hacia el siglo XVII y hasta el momento había sido un país independiente con tratos comerciales sobretodo con China, Japón, Taiwán y Filipinas. Cuando Japón firmó un tratado de paz con Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial, las islas pasaron a formar parte de este país. Pero con el tiempo se ha vuelto a ceder el territorio a Japón, aunque manteniendo bases militares norteamericanas en las islas. Conclusión: Estados Unidos tiene cogido a Japón por los cojones. Y los cojones son Okinawa.
Me acabaréis odiando por mis clases de historia, pero ¿por qué os explico todo esto? Es fácil. Como ya he dicho, Okinawa está aún hoy en día llena de bases militares y, por lo tanto, de militares norteamericanos. Este hecho no pasa desapercibido ante los ojos del visitante, y aún menos, si éste ha estado en alguna otra parte de Japón anteriormente. No es habitual ver occidentales en Japón, pero algo diferente pasa con Okinawa.
Mi experiencia personal en Okinawa
Un día fuimos a un bar y nos encontramos con un grupo de chicos norteamericanos, encontrándose entre ellos un chico peruano. Estaban acompañados de unas chicas japonesas. Solamente entrar nos llamaron para hablar con nosotros, preguntarnos de dónde veníamos y tal. Estuvimos conversando un buen rato, sobretodo porque al chico de Perú le hizo gracia que hubiera dos españoles perdidos por esas tierras, y nos habló de las playas, la comida, y la vida que se estaba pegando allí. Mientras hablábamos, me percaté de que uno de los americanos del grupo no podía tenerse en pie de la cogorza que llevaba encima.
En definitiva, que los militares americanos van a pegarse la vidorra del siglo a Okinawa, y la gente de allí está un poco hasta las narices del festival.
Como era de esperar, ha habido más de un problema entre militares americanos y ciudadanos de la isla. El mas difundido ocurrió en 1995, cuando dos mecánicos violaron a una niña de 12 años, motivo por el cual un grupo de mujeres decidió crear una asociación llamada «Las Mujeres de Okinawa actúan en contra de la violencia militar». O sea, no os extrañéis si esporádicamente algún okinawense os mira mal o no os atiende tan bien como esperabais; probablemente os confundan con americanos y, en el fondo, es comprensible. De todas formas, a mí sólo me ocurrió una vez y, en general, son muy amables y atentos.
Cómo llegar a Okinawa y cómo moverse:
- Des de los aeropuertos principales de Japón salen vuelos de las compañías de low cost “Jetstar” y “Peach”. También he leído que hay la posibilidad de ir des de Europa haciendo escala en algún aeropuerto japonés.
- Una vez allí, recomiendo muchísimo alquilar un coche (para ello se necesita carnet de conducir internacional, pues se conduce por la izquierda) ya que os moveréis con mas libertad y os gastaréis menos dinero en autobuses.
Qué hacer y visitar:
- Isla de Iye-jima: ahí se encuentra una playa paradisíaca que jamás podré olvidar. Cuenta con una zona de baño delimitada, pero recomiendo saltarse las normas e ir un poco lejos dónde los guardias no os puedan ver fácilmente –siempre podéis usar la excusa de que sois extranjeros–. Eso sí, llevad calzado dentro del agua porque pueden haber pequeñas criaturas venenosas.
- Snorkel en cualquiera de las playas.
- Visitar las cascadas Hiji.
Cascadas Hiji de Okinawa - Kayak: por Internet encontraréis varias compañías.
- Okinawa World: Cuesta 1,200 yenes la entrada (unos 10 euros) y se pueden ver algunas de las cuevas donde los ciudadanos de Okinawa se ocultaban durante la invasión americana. También hay un museo de serpientes y funciones con danzas típicas de Okinawa.
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12 comentarios
Me encantan tus posts, Alba. Tengo muchas ganas de ir a Japón y me estás poniendo los dientes largos GRRRR.
«llevad calzado dentro del agua porque pueden haber pequeñas criaturas venenosas» lo dices como si esas criaturas fueran amor. ¡Qué cabronas! Yo no quiero que me piquen 🙁
Hace tiempo leí «Azul casi transparente» de Ryu Murakami que va sobre unos chavales japoneses que viven cerca de una base americana y las pedazo fiestas que se corren. Hay un personaje que se llama Okinawa, por lo que no sé si está ubicado allí o es casualidad. Pero tenía que decirlo 😛
Muchísimas gracias, en serio! Esto me anima a continuar colaborando con Judith y, de hecho, estoy pensando en abrir un blog sobre crítica teatral a parte del que ya tengo… En fin, de momento continuo con esto que no quiero dejar de ser constante! (por una vez que lo soy en la vida…).
Pues la verdad es que no me he leído este libro, pero sí que sería posible que hubiera algun tipó de referencia.
Y lo de las criaturas creo que eran erizos y cosas así, pero tampoco vi nada. Lo que mi amiga insistió mucho en eso y yo le hice tanto caso que lo comparto!
Hola, tiene muy buena pinta, yo no podría estar demasiado tiempo sin ver la mar, estar acostumbrado a salir por la puesta y verla…
y por las fotos, tiene pinta de ser un sitio de visita obligatoria, y esa cascada….que envidia.
Yo estoy en un pueblecillo cerca de Osaka, que tiene mar pero está como a dos horas de donde vivo yo exactamente. Conclusión, veo el mar en ocasiones contadísimas y cada vez que lo hago me quedo embobada como una niña pequeña.
Y sí, recomiendo muchísimo que se visite! Es un sitio que la gente no tiene demasiado en cuenta porque poco tiene que ver con el resto de Japón, pero justamente por eso vale tanto la pena.
Yo estoy en un pueblecillo cerca de Osaka, que tiene mar pero está como a dos horas de donde vivo yo exactamente. Conclusión, veo el mar en ocasiones contadísimas y cada vez que lo hago me quedo embobada como una niña pequeña.
Y sí, recomiendo muchísimo que se visite! Es un sitio que la gente no tiene demasiado en cuenta porque poco tiene que ver con el resto de Japón, pero justamente por eso vale tanto la pena.
(L)
Es mi asignatura pendiente, en mi tercera visita al pais del sol naciente ese será mi destino!
Un pena lo de los yankees y que por su culpa no seamos todo lo kawaiis que ellos nos suelen ver!
Yo quiero un blog tuyo…pero de Japon!!si porfa plisss vengaaaaa!!!XDDD
Ahi dejo la propuesta flotando en el mar de okinawa…
Chu!!
PD: Me quiero morir con el minion con cara de judith!!!wuajajajajaja
Hola Caro!!!
Sí, tienes que ir porque es genial! Ya no solo por las playas, sino por el contraste de culturas, es una pasada! Ya te digo, yo no me lo esperaba tan genial…
Y sobre lo de mi blog de Japón… La verdad es que cuando llegué (he estado un año estudiando por aquí) me abrí un blog, y tenia bastantes seguidores y tal, pero como no conseguí ser constante lo acabé cerrando. El tema es que mañana mismo (anda, vaya casualidad!) me vuelvo para Barcelona, así que no tiene mucho sentido abrir un blog sobre Japón porque acabaría no sabiendo qué decir… Eso sí, continuaré colaborando con Judith y contando cosas, que me hace muy feliz que os guste tanto!! 😀
»con el tiempo se ha vuelto a ceder el territorio a Japón, aunque manteniendo bases militares norteamericanas en las islas. Conclusión: Estados Unidos tiene cogido a Japón por los cojones. Y los cojones son Okinawa.»
SEN-SA-CIO-NAL manera de explicarlo, deberias considerar seriamente convertirte en redactora de libros de texto de historia, seguro que los alumnos te leerían con más interes si utilizas expresiones así de exquisitas. Si tuviera manos en vez de alas, te aplaudiría.
Joder, me has dejado descolocada con el comentario! Mil millones de gracias, en serio! La verdad es que me he planteado muchas veces ser profesora de historia o escribir libros de divulgación para que los adolescentes vean que la historia puede ser y es genial. Pero nadie me había dicho que tuviera talento para ello… En serio, GRACIAS!
Hola,
alguna recomendacion de donde alojarse en okinawa?
gracias
Gracias por la información, me preguataba si podrías contar más de donde ir, que vale la pena, pues voy a Okinawa en unos días! gracias!
Maria
Muchas gracias Alba!! En especial por la clases de historia que apoyo la moción de que seas profesora de historia.
Este verano iré a Japón y terminaré mi recorrido en Okinawa, la verdad que tu artículo me va a ayudar mucho. Una pregunta para ingresar a los lugares que mencionas como el Okinawa World, y los otros es necesario reservar con anticipación o puedo pagar y comprar entradas directo allí, o con el snorkel y kayak puedo contratar alguna empresa directo en el lugar?
Gracias por tu tiempo y respuesta. Un fuerte abrazo.