La historia de un mal robo en Berna, Suiza

Conocí a Carolina en Bélgica cuando tomaba el autobús para ir al aeropuerto. De alguna manera empezamos a hablar y acabamos riéndonos como locas e intercambiando número de teléfono.

Si congeniamos tan bien al principio es porque somos súper parecidas. Estoy segura de que este post os recordará al día que robé un paquete de cereales y atún.

Judith

¿Qué cuál es la capital de Suiza? ¿Qué Suiza no tiene capital? ¿Qué es una confederación de estados? ¿O son cantones? ¿Qué cuáles son los idiomas oficiales? ¿Qué tiene 7 presidentes? Wow… esperá, esperá, me perdí de nuevo, mucha información… Al fin.. ¿tiene capital o no?

Resulta que Schweiz, la Suisse, Svizzera, Svizra, o simplemente Suiza para nosotros, es especial desde todos los puntos de vista: no sólo tiene un sistema de gobierno súper fácil de entender (ehh, no), sino que a pesar de contar con un espacio territorial bastante pequeño, goza de una riqueza cultural (¡y no cultural! jaja) lo suficientemente grande para recordarnos que el tamaño no es lo más importante.

¿Y que cómo terminaron dos colombianos comprando una taza en una de las placitas de la NO capital de este país? ¡Gracias! ¡Por fin una pregunta fácil de responder!

Conociendo a Deborah en Medellín

Yo soy de la segunda ciudad más importante de Colombia, Medellín, muy de moda actualmente como destino para aprender español en Suramérica.
A dicha ciudad, llegó una chica suiza/vietnamita llamada Deborah en el 2010 para “perfeccionar” su español híper –mega– ultra perfecto (sí, ¡así son los suizos!) y allí conoció a dos grandes amigos ansiosos por sumergirla en la cultura colombiana: Carlos y yo.

Halloween Colombia
De izquierda a derecha: yo, Carlos y Deborah celebrando Halloween en Colombia

La historia de un mal robo en Berna, Suiza

En Septiembre de 2012, Carlos y yo decidimos ir a «conocer» el viejo continente y, claro, a “estudiar” también.
Una vez allí, Deborah nos hizo una invitación a ambos para ir a visitarla a Suiza y vernos tras 2 años separados. Ambos compramos los tíquets inmediatamente y 3 semanas después el reencuentro fue todo un hecho.
Cabe resaltar que los colombianos compartimos un tipo de estilo de vida bastante similar al español; los suizos, sin embargo, son un mundo completamente diferente y cuadriculado donde todo está estudiado y previsto (es decir, ¡nada que ver con Colombia! Jaja). Por ese motivo, era de esperar que Deborah tuviera preparada para nosotros una guía/lista de sitios importantes para visitar en Berna.

Al día siguiente de nuestra llegada, Deborah salió para su trabajo y quedamos completamente libres para conocer todos los sitios señalados en la guía.
Difernetes museos y plazas estaban marcados como «altamente recomendados» en la lista, así como el zoológico, pero como tenemos baja tolerancia al frío para andar caminando y visitando lugares (somos seres tropicales), terminamos olvidando la lista y pasando la mayor parte del día jugando con la nieve en un parque y avistando patos en un lago semi–congelado.

lago de Suiza
Yo completamente congelada en Berna
Lago sueco
Carlos y yo felices tras ver patos

Luego que el frío nos derrotó, decidimos ir a tomarnos un vino caliente en el mercado navideño.
Nos pedimos 2 vasos y el señor del puestecito nos dijo «son 25 euros»; n
osotros, literalmente, “flipamos”, pero de igual forma lo compramos.

El vino estaba servido en una tacita de cerámica muy bonita, con la imagen de la placita dibujada y un mensaje navideño en alemán.

Todo el mundo tenía una igual y nadie nos estaba prestando atención así que, en un momento de debilidad, decidimos correr fuera de la plaza y llevarnos la taza con nosotros como recuerdo del día, ya que habíamos pagado un precio bastante alto para tomar un mísero vino caliente.

Huimos con éxito y nos encontramos con Deborah más tarde, cuando le contamos nuestra hazaña nos respondió: ¿sabían que les devolvían 15 euros cuando devolvían la tacita?… ¡¡Buena la hora de saberlo!!

En fin, terminamos con un buen souvenir y una buena historia. Cada vez que veo la tacita en mi escritorio, ¡es difícil no reír recordando esos buenos días de invierno en Suiza!

Taza Berna plaza
Mi taza de 25€

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Carolina Aristizabal

16 comentarios

  1. ¡¡Muy bien hecho!!, jajaja. Yo hubiera «robado» la taza también. Es cierto que en Suiza los precios son bastante altos, pero ponerte al alcance de la mano una preciosa taza… En estos casos se suele decir lo típico «venga, si ya no nos van a volver a ver en la vida», jajaja.
    ¡Gracias por este buen rato!

  2. jajajajajjajajaja

    Que bueno!!!si es que la sangre latina es lo que tiene…que una travesura nos puede!XDD

    Tenia pinta de hacer frio, si señor…el vino caliente sienta genial! Pero tendría que ser un reserva para valer eso!XDD

    Me ha encantado la anécdota!

    chu!!

  3. Me ha gustado mucho, como habéis dicho unos comentarios atrás también me hubiese quedado la taza, y mira que no decir antes que era una fianza….

    El estilo de escribir también me ha gustado mucho, esos toques de humor muy de este blog, y las expresiones…

    También me gusta ver como a pesar de la distancia las amistades sobreviven con tanta fuerza.

    Saludos.

  4. Ah! Muy bien! Jajajaja lo siento, no puedo parar de reír. Claro, la taza os salió cara, pero ahora es genial mirarla y recordar lo absurdo del momento.
    Parece que el blog de Judith es un atractor de gente empanada. Mola.

  5. Lo de ir a hacer turismo y terminar dándole al drinking también me ha pasado más de una vez en Bélgica… me alegra saber que no soy la única que recurre al vino caliente en situaciones extremas 😀

  6. A estos suizos a veces se la va un poco. El otro dia habia el ZIebelmärit aquí en Berna dónde se divierten tirandose confeti durante todo el día y te lo venden por 1 chf la bolsa pequeña, pero nosotros evidentemente no queríamos pagar y lo cogíamos del suelo. Pues al día siguiente un chico nos dijo que si te ven cogiendo el confeti del suelo te meten una multa. Nos quedamos flipando como te pueden multar por una cosa asi.
    PD: Ayer hice un vino caliente y lo han cambiado y la fianza es solo de 5 chf. Aunque la taza no esta tan bonita.

  7. jajaja, cómo para no echar a correr con ella! Yo, ilusa de mi, directamente habría pensado que venía incluída en el precio, es que 25 euracos, no me joooooooo……! jaja, podían avisar de que te devolvían los 15!!

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